Un trébol se deja atrás, otro aparece
Hace casi cuatro años empecé a escribir en este blog. Estaba apuntito de empezar una nueva faceta de mi vida, que se podría decir que ayer terminó.
Cuando una cosa termina, hay otra que comienza. Hoy empezó mi vida laboral. Sí, snif snif, ya dejo de ser estudiante!!! han sido 27 años maravillosos, con todos esos descuentos que tienes que no parece mucho hasta que dejas de tenerlos.. y bueno, del resto de mí no notará mucho el cambio, ya que empiezo a formar parte de una universidad, rodeado de estudiantes, libros, pizarras y, por supuesto, bares!! muchos bares!!
Esta universidad de la que hablo sigue en mi mundo de los tréboles, aunque la moneda sea otra y a los pubs se le llamen de distinta manera... sigue siendo el mismo mundo. Hoy, contra todo pronóstico, el sol brilló, dándome la bienvenida a la ciudad (ciudad ciudad, no cuentos chinos) a la que perteneceré durante, al menos, dos añitos. El día se me fue entre pitos y flautas con el papeleo del comienzo, que aunque parezca infinito no me preocupa tanto, mi cara muestra una sonrisa de oreja a oreja... gente por doquier que en mi vida había visto ni imaginado... aaahhh (suspiro). ¿Y qué mejor si incluso por la calle suena "Por una cabeza" tocado con un violín? El papeleo se hace insignificante.
Mañana quedan dos cosas importantes, por un lado enterarme bien de que va mi trabajo, y por otra la convivencia con gente nueva. A ambas les tengo ganas, por una parte para tranquilizarme, llevo un par de días nerviosete, pero de los nervios guays, como los que se tienen la noche de reyes. Por otra parte quiero empezar a hacer cosas, quiero saber cuanto tiempo libre tengo para hacer todo lo que se puede hacer en una gran ciudad. Por ahora ya estoy apuntado en dos carreras largas, 10 millas (16 km) y medio maratón (unos cuantos kilómetros más), la primera es en 10 días, la siguiente a finales de septiembre... y si aún hay ganas una maratón a finales de octubre (aunque eso significaría que me ha dado mucho sol en la cabeza durante las vacaciones).
Algunos se preguntarán que fue de mi doctorado... pues bien, todavía no soy oficialmente doctor, ni como tal me siento (aunque ya he recibido cartas como tal)... así que hay una fiesta pendiente a celebrar no sé ni donde ni cuando pero seguro que en varios sitios y en instantes distintos (aún no consigo dominar eso de la omnipresencia).
Bueno, ya por hoy me despido prometiéndoles que les tendré informados de que nuevas aventuras me acontezcan. Esas que quedaron sin contar de Armagh ya irán saliendo como recuerdos o en persona como cuenta cuentos.
Un beso para todos y que sepan que invitados están a pasarse unos díitasas por aquí (cama y techo hay!!)
